Infraestructura para la recuperación del medio, el turismo y el surf

Al tratarse de un lugar situado en la costa, es muy importante saber las variaciones que ha sufrido tanto el fondo marino como el relieve terrestre a lo largo de los años y las consecuencias que esto ha supuesto. El proyecto busca la manera, a través de la arquitectura, de reactivar la topografía y, como consecuencia, repoblar el fondo marino. Se llevará a cabo un estudio y análisis en la playa de los Guirres con el objetivo de que se pueda extrapolar a cualquier otro lugar de costa.

Los muros serán los únicos elementos que permanezcan en el paisaje. Se convertirán en esculturas en memoria del paisaje. Se mantendrán en él para recordar lo ocurrido en este año 2021 con el volcán de Cumbre Vieja. Se crea un sistema gracias al cual el elemento base, el muro, resuelve el problema de los fuertes vientos y cree topografía. Este sistema está pensado para que pueda ser aplicado en cualquier otro paisaje de costa que sufra el mismo problema en el futuro. Debido al gran valor natural del propio lugar, se actúa de manera muy controlada. Los elementos de hormigón se diluyen en el paisaje y se ven alterados por el agua, la vegetación y las dunas. Se respeta el gran valor de este lugar. El hormigón utilizado en los muros estará formado por áridos reciclados mezclado con ceniza volcánica, a la que se le da una nueva vida. Por ello, los muros serán de color negro y recordarán siempre al volcán.

En la planta general, se diferencian dos partes. La más alejada del mar funciona como mirador y se ‘cierra’ a la carretera. Es una zona estática, ya que se utiliza vegetación dunar para que el paisaje varíe lo menos posible.

La parte delantera se compone de muros colocados de tal manera que enfocan distintas miradas al mar. Según llegas al lugar, los muros te enmarcan ciertas vistas. Esta parte es más dinámica. Está preparada para que el mar invada la arquitectura y el terreno es cambiante. Los elementos que se añaden sirven para crear espacios que se puedan habitar. Complementan a los muros de hormigón armado. Serán elementos efímeros que el día de mañana puedan desaparecer. Muchos de ellos son elementos de barcos en desuso a los que se les da una nueva vida.

Se decide hacer los cerramientos con productos provenientes del plástico reciclado, ya que se observa un gran aumento de la presencia de microplásticos en las playas de La Palma. Se procederá, en primer lugar, a hacer una limpieza en profundidad de las playas para recoger todos aquellos residuos que están contaminando el paisaje. Posteriormente, estos residuos serán llevados a una planta de reciclaje para darles una nueva vida. Se obtendrán de ellos los cerramientos y más elementos que serán utilizados en la construcción de los módulos.

La estructura se compone de los mismos elementos en todos los módulos. La estructura principal y ‘espina dorsal’ del proyecto es el muro de hormigón armado. De él saldrán las botavaras, reutilizadas de barcos en desuso, que se unirán a los mástiles, los cuales trabajan como pilares. De esta manera, la estructura se comporta como pórticos a una distancia de un metro entre sí. Los cables arriostran la cubierta al resto de la estructura para garantizar que el modelo consigue resistir la acción del viento. Las piezas reutilizadas se obtendrán de barcos en desuso del puerto de Tazacorte.

Se aplican los siguientes recursos sostenibles en el proyecto:

  • El agua pluvial se recoge en tres de los módulos gracias a grandes canalones de aluminio. Se almacena en depósitos de agua pluvial y es utilizada en las duchas exteriores para la limpieza del material deportivo.
  • Se aprovecha la inercia térmica del hormigón de los muros para atemperar los espacios durante la noche.
  • El agua residual se conducirá directamente a estanques de plantas macrófitas, los cuales tratarán dicho agua. De esta manera, este agua podrá ser filtrada al terreno sin contaminarlo.
  • Se reutilizan las cenizas del volcán Cumbre Vieja en la elaboración del hormigón.
  • Se plantan nuevas palmeras para contribuir a la repoblación de especies en la cara oeste de la isla.
  • Se reactiva la artesanía local incluyendo en el proyecto elementos de mimbre hechos de palma.
  • Se decide hacer los cerramientos con productos provenientes del plástico reciclado debido a los grandes problemas de microplásticos en las playas.

En definitiva, el proyecto está pensado para que su construcción y «destrucción». Al final, con el paso del tiempo, lo único que quedará del proyecto serán los muros de hormigón como esculturas en el paisaje en memoria de todas aquellas personas que han perdido posesiones o recuerdos debido al volcán de Cumbre Vieja. Sus piezas podrán llevarse a cualquier otro lugar y reutilizarse en un nuevo proyecto.