Según la Real Academia Española de la Lengua, la segunda acepción del término sostenible es adj. Especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.
Partiendo de esta premisa y teniendo en cuenta el uso del Centro de Experimentación de Gran Canaria, se ha creído conveniente plantear el mantener, recuperar de un edificio que teniendo un valor arquitectónico notable, se encuentra abandonado y sin uso.
Lamentablemente esta situación se produce en Gran Canaria más de lo deseable, siendo varios los edificios que se encuentran en este estado.
En alguna de las otras islas es posible que también se dé esta circunstancia, por lo que el modo de operar en ellas sería análogo al que se plantea en la presente propuesta. En aquellas en las que no existan, se optaría por una edificación de nueva factura.
La propuesta plantea como objetivo principal recuperar el edificio del Merendero de La Tropical, del arquitecto Manuel de la Peña Suárez como Centro de Experimentación Sostenible, edificio que se encuentra situado en el margen derecho de la antigua carretera del Centro. El programa se desarrolla en la edificación original y en las construcciones que con el tiempo se fueron anexando a la misma, pero dándole a éstas un nuevo tratamiento. Esta intervención más la creación de un núcleo de comunicaciones verticales, para dar cumplimiento a la normativa sobre accesibilidad compondrían los elementos de una primera intervención, configurarían la primera fase de una propuesta que se establece más amplia y que abarcaría tres fases.
En esta primera fase el aparcamiento y acceso al Centro se realizaría desde la explanada en la que se encuentra la gasolinera, habilitando el espacio necesario para tal fin.
Un segunda fase comprendería la recuperación de la Finca de Los Galeones que se encuentra en el otro margen de la carretera GC-110 y que actualmente se encuentra abandonada y delimitada en su perímetro por una red de carreteras y la comunicación de la finca con el Centro. Comunicación que debido al desnivel existente, se realizaría mediante una serie de rampas, unas desarrolladas en un cuerpo enterrado que ocuparía parte del terreno que se encuentra bajo el edificio del Centro; otras subterráneas, bajo la carretera que conectaría con un edificio nuevo a realizar en la finca, que a modo de las edificaciones de los pozos de agua característicos de Gran Canaria, contendría también otra serie de rampas.
En esta segunda fase el acceso principal al Centro se traslada ahora a la finca, conectándola con la carretera GC-110 y habilitando un espacio para aparcamientos. En esta fase se plantea la recuperación de la finca con su cultivo original de plataneras y su puesta en producción, lo que conlleva la reconstrucción de los cortavientos, acequias, creación de una pequeña presa, rehabilitación de la edificaciones existente que sean necesarias para la explotación y otros.
Por último, en una tercera fase, se instalarían en el Lomo de Santo Domingo tres molinos (aerogeneradores) que como símbolos de la sostenibilidad serían visibles desde el sur de la parte baja de la ciudad y principalmente desde el acceso a la ciudad por este lateral. Estos molinos procurarían la energía necesaria a los edificios industriales, de servicios (gasolinera, depósito regulador de Las Brujas, depuradora de Barranco Seco) que se encuentran en esta zona del extrarradio de la ciudad y al propio Centro junto con la finca, con lo cual la propuesta en su conjunto abarcaría los tres sectores económicos.
En otro orden de cosas, esta intervención sería el inicio de la revitalización de esta parte de la ciudad, que como una de las entradas a esta, precisa de un plan de mayor envergadura en donde una de las premisas a contemplar sería el dar protagonismo a los edificios de interés que se encuentran en ella, como son la antigua fábrica La Favorita y los edificios de La Tropical, también del arquitecto Manuel de la Peña Suárez, el edificio de la antigua Renault del arquitecto Fermín Suárez Valido y los edificios de principios del siglo XX que se encuentran en el interior del complejo del depósito regulador de Las Brujas.