La Gomera está constituida por una cordillera cupular de forma redondeada, que desciende hacia el mar en todas direcciones. Su configuración está íntimamente relacionada con la erosión de las aguas que han surcado una amplia red de profundos barrancos radiales, siendo los del noroeste más elevados, mientras que los del sureste son más bajos.
Sus características orográficas y el azote de los vientos alisios, provocan el efecto denominado lluvia horizontal, un fenómeno que se origina cuando las nieblas que forman el mar de nubes chocan contra las hojas de los árboles y se condensan cayendo en forma de pequeñas gotas de agua al suelo. Permitiendo el establecimiento de una exuberante vegetación subtropical, formando espacios naturales como el Parque Nacional de Garajonay.
La intervención que se pretende realizar intenta poner en alza los valores del Garajonay, dando a conocer al visitante los motivos naturales de formación y mantenimiento de dicho espacio, a través del fenómeno denominado lluvia horizontal.
Se elige como zona de actuación el espacio Recreativo de la Laguna Grande, un lugar destinado al esparcimiento de los lugareños y turistas de la isla; un vacío de bosque localizado dentro de la densa vegetación del Garajonay, y situado en la vertiente sur de la Gomera, menos accidentada que la norte. Consiste en un punto geográfico en el centro de la isla, perfectamente comunicado y asentado dentro de los recorridos turísticos insulares.
La idea que se persigue con este proyecto es que el visitante consiga comprender no solo el valor natural del Parque Nacional del Garajonay, sino también la escala insular que abarca; y la importancia que éste posee en el ecosistema insular, ejerciendo como una esponja captadora de agua que suministra los acuíferos de toda la isla.
Se cree oportuno, la necesidad de que el visitante tenga una visión más global del Parque, que “salga” de la densidad de la vegetación que lo conforma, y aprecie el manto natural que cubre y sustenta a la isla de la Gomera. Se estima que la nueva propuesta no debe ahondar más en los valores interiores del Garajonay, sino en su escala exterior. Por ello se proyecta un espacio elevado que permita al visitante caminar por la corona de los árboles que lo conforman. Desde el cual podrán tener una visión difícil de encontrar, donde podrán apreciar la frondosidad de dicho espacio, la dimensión insular que posee, y experimentar en sus propias carnes el fenómeno de la lluvia horizontal que lo nutre.
El proyecto propone tres arcos de circunferencia, elevados a diez metros del suelo, altura suficiente para sobrevolar la vegetación que bordea la zona Recreativa de la Laguna Grande, caracterizada por ser menos elevada que en otras zonas del Parque. Estos arcos se interconectarán, garantizando un recorrido continuo sobre las copas de los árboles. Dos de ellos serán pasarelas de madera peatonales desde las que se pueden disfrutar de todos los valores que posee el monte del Garajonay; mientras que la tercera consistirá en una edificación que contendrá el Centro de Turismo Gastronómico de la Gomera.
Para acceder al conjunto, la intervención cuenta con dos núcleos verticales de comunicación colocados a cada uno de sus extremos. Consisten en dos espirales peatonales, que a modo de cordón umbilical, llevan al visitante desde la tierra hasta el cielo del Garajonay. Ambos núcleos poseen un desarrollo continuo, sin obstáculos y con una pendiente continua entre el 8-10%. Acompañando a cada núcleo vertical, una pequeña torre hueca, contendrá un ascensor que completa la accesibilidad del complejo.
El Centro Gastronómico consiste en un espacio diáfano, abierto completamente hacia su exterior, desde él se tiene una visión de 360º sobre la corona arbórea del Garajonay. Consiste en una edificación elevada sobre pilares metálicos, compuestas por un forjado que soporta una cubierta ligera que se apoya en tres líneas estructurales; la primera se sitúa en su perímetro exterior y formada por un conjunto de elementos verticales de madera laminada que controlan también el soleamiento interior del edificio; una línea de carga que coincide con pared divisoria entre la zona de servicio y de comensales; y una línea de pilares aislados de madera que limita el patio central. En su extremo suroeste, cuenta con una terraza exterior desde la que se observará el manto del Garajonay con el mar de fondo.
Las pasarelas peatonales, durante su recorrido y a través de sus barandillas, materializadas por un método basado en la tecnología de captación de lluvia horizontal, van recogiendo el agua de la bruma y canalizándola en toda su longitud. Serán conducidas al patio central del Centro Gastronómico, desde la que caerá en forma de “cascada” que nutrirá una laguna artificial de agua a nivel terreno, que enriquecerá la estancia de los visitantes de la Zona Recreativa de la Laguna Grande.