Bitácora

Centro Gastronómico y Cultural Itinerante de Canarias

Se requiere desarrollar un Centro de Turismo Gastronómico, contextualizado a un emplazamiento en Tenerife, que sea modular y que pueda replicarse y adaptarse a los condicionantes culturales y medioambientales de otros siete emplazamientos en las siete islas restantes, manteniendo una base común y variando únicamente su cáscara exterior.

La solución que propone Bitácora permite crear un recinto que cumpla las características requeridas y que, además de poder ser replicado, pueda llegar a trasladarse físicamente por mar entre las ocho islas. De esta forma, en vez de ocho edificios, se podría generar uno solo, que fuera variando su configuración en base a un programa itinerante vinculado a la gastronomía, la artesanía y la cultura del archipiélago, colaborando con diversos gremios de las islas como las cofradías de pescadores, para variar su oferta culinaria, o con asociaciones de artesanos para transformar partes de su envolvente.

Emplazamiento

Se propone como emplazamiento para el centro base el lateral suroeste de la plataforma denominada Marina del Atlántico, espacio que funciona como límite entre los muelles sur y deportivo del puerto de Santa Cruz de Tenerife. Una zona con acceso rodado desde la vía del muelle y conexión directa, por medio de una pasarela peatonal, con uno de los mayores puntos de interés turístico de la isla: la Plaza de España.

La propuesta aprovecha el amplio espacio de la plataforma para resolver sus necesidades de aparcamiento, aunque su ubicación responde a la intención de poder funcionar asociada a planes de movilidad sostenible, situándose en una zona de fácil acceso peatonal, seguro y sin barreras físicas, que se beneficia de su cercanía a infraestructuras públicas equipadas y ajardinadas, al carril bici y a las paradas de guaguas, taxis y tranvía.

La pieza se plantea como un acercamiento de la ciudad al mar, un punto de interés para que ciudadanos y turistas accedan al muelle atraídos por una pieza icónica observable tanto desde el paseo marítimo como desde los cruceros que arriban al puerto, pero que, por su ubicación a la cota inferior del muelle y su altura máxima de 5’6m, no compite con las edificaciones históricas ni se posiciona como un elemento disruptivo de su entorno.

Aspectos funcionales, formales y constructivos

La propuesta se compone de una serie de módulos especializados, que pueden contener tanto el programa como los espacios libres, desarrollados sobre balsas de 13’5 x 9m, en cuyas cámaras de flotación se recogen los sistemas de instalaciones necesarios para su correcto funcionamiento. Estos módulos se configuran entre ellos generando un recinto que, inspirándose en las construcciones tradicionales canarias, resuelve las conexiones entre espacios mediante una galería que rodea un patio. Este espacio exterior funciona a la vez como plaza equipada y distribuidor, permitiendo ventilaciones cruzadas para las distintas estancias y el control térmico general del conjunto.

Se plantea una edificación flexible, donde los cerramientos móviles de los volúmenes de la zona de exposiciones, degustación y del comedor del restaurante permiten fusionar los espacios para alojar eventos como ferias de gastronomía o artesanía.

Al ser flotante, la intervención no está arraigada al suelo como una edificación en tierra, por lo que su implantación inicial podría llevarse a cabo durante un tiempo limitado, pudiendo itinerar, con la ayuda de embarcaciones remolcadoras, por diferentes pueblos costeros de Tenerife o por otras islas, sin tener para ello que acometer derribos, nuevas obras o transformaciones y ocupaciones de paisajes urbanos o naturales consolidados.

La propia naturaleza de la propuesta permite que todos y cada uno de sus elementos se generen en taller y sean trasladados posteriormente a su localización final para su ensamblaje. La envolvente se genera mediante una serie de marcos de medidas 150 x 215cm que se anclan a una subestructura autoportante fija de madera que se separa 20cm de las fachadas ligeras exteriores y las cubiertas prefabricadas de las piezas, creando una cáscara exterior que protege los espacios, tanto interiores como exteriores, del soleamiento directo.

Cada uno de estos marcos sirve de soporte a un entramado de madera inspirado en el calado tradicional canario, salvo en los espacios de la tienda y el área de exposición donde su superficie variará según la isla en la que se encuentre. Para ello se aprovechará la amplia cultura artesanal del archipiélago, pudiendo ejecutarse con diferentes técnicas de rosetas, cestería, tejeduría, etc., que, al ser realizados a mano, permiten obtener una heterogeneidad que la producción industrial impide y que hace a cada pieza única.

Usos y superficies

Las superficies útiles de los diferentes espacios son:

  • Recepción y atención al visitante: 35’17m²
  • Zona de personal: 31’05m²
  • Aseos: 36’54m²
  • Aula Taller Cocina: 66’43m²
  • Zona Degustación: 57’15m²
  • Área de Exposición: 76’70m²
  • Espacios libres: 892’70m²
  • Comedor Restaurante: 90’17m²
  • Cocina Restaurante: 85’02m²
  • Almacenamiento: 81’94m²
  • Despacho: 14’13m²
  • Tienda y espacio de consulta: 75’71m²
  • Superficie útil total: 1.542’71m²
  • Superficie construida: 1.621’50m²