Huella y origen

“La originalidad consiste en volver al origen; así pues, original es aquello que vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones.” Antonio Gaudí.

El origen de las islas tiene una cronología muy clara, existen tres conjuntos de islas, según su antigüedad. Las más antiguas son las orientales, Lanzarote y Fuerteventura, seguidas por las islas centrales, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera, y como islas más jóvenes La Palma y El Hierro. Todas ellas conservan huellas de antiguos volcanes, por lo que la historia se observa de manera diferente en cada una de ellas.

Nuestro proyecto apuesta por una nueva forma de mirar el cráter, no únicamente como una huella del pasado, sino también como un lugar de interés histórico que evoca al origen.

El lugar de implantación del centro base, ha sido resultado del análisis de las necesidades, fortalezas y posibilidades de cada una de las islas. De ese análisis ha surgido la idea de situarlo en Lanzarote, por su riqueza topográfica, su estrecho lazo con el origen de las islas y la huella de sus antiguos volcanes que han resultado ser el motor de la propuesta.

El centro base está ubicado en el interior de un cráter que representa la memoria del volcán Guanapay, el cual formó parte de una línea de volcanes a lo largo de toda la isla. Este lugar estratégico permite que el proyecto esté conectado con los núcleos urbanos de los alrededores, al mismo tiempo que permite redescubrir y aprovechar las instalaciones del castillo de Guanapay, cercano al límite del cráter.

El proyecto está formado por varios módulos; siete son las islas principales que forman el archipiélago de las Canarias como siete son los módulos que conforman el centro de mejora de calidad turística:

  • 3 módulos destinados al turista
  • 1 módulo de recepción
  • 1 módulo de laboratorio
  • 1 módulo de aseo
  • 1 módulo de descanso

Los módulos de mayor desarrollo son los destinados al turista. El primer módulo cumple la función de descubrir la isla y tener una idea general de los espacios a visitar. El segundo módulo se centra en la posibilidad de crear la ruta a realizar en función de las inquietudes de cada usuario. Por último, el tercer módulo permite obtener el feedback y las experiencias de otros turistas, en relación con la ruta creada.

El uso de módulos independientes permite que el proyecto se adapte a cualquier punto geográfico y su distribución en forma radial permite que éstos se intercambien en función de los accesos y visuales que se quieran lograr.

La adaptabilidad y modulación del proyecto no se encuentra sólo en su situación, sino también en su construcción y transporte. La apuesta por la utilización de materiales del lugar hace que sea posible su construcción en cualquiera de las islas. Los módulos están formados por dos pieles, una exterior, compuesta por gaviones con rocas del lugar, y una interior, compuesta por un vidrio traslúcido que alberga pantallas interactivas. De esta forma, todos los elementos interactivos están en el plano vertical interior y el plano horizontal queda libre para que los turistas puedan explorar el espacio.

El transporte es también adaptable a cada situación, al ser módulos divisibles, permiten que el transporte se realice por separado y la unión se realice en el lugar, unión que es completada con las rocas circundantes.

Desde el inicio, el proyecto ha tenido un carácter sostenible. Por ello, además de utilizar materiales del lugar, el acceso a los módulos se produce a través de una puerta basculante de vidrio con paneles fotovoltaicos integrados. Esta solución permite que parte del consumo energético esté cubierto. Pese a que la demanda energética no es muy alta, la luz es uno de los elementos clave del proyecto: se introduce por los vacíos entre las rocas de los gaviones y se refleja en el vidrio traslúcido. Esta misma situación se produce durante la noche, pero la luz se proyecta hacia el exterior así como la roca se deja ver desde el interior.

La superficie total del proyecto son 270m², siendo:

  • 19m² el módulo de laboratorio
  • 19m² el módulo de recepción
  • 9,5 m² cada uno de los módulos para turistas
  • 9,5m² el módulo de aseos
  • 9,5 m² el módulo de descanso

Gran parte de la superficie del proyecto corresponde al espacio central. Este espacio abierto se propone como un lugar de reunión entre turistas y conexión entre módulos. Este espacio está elevado para superar los desniveles del terreno y se accede mediante una rampa, garantizando así la accesibilidad en todos los espacios.

Existe una oportunidad de poner en valor la historia de las islas de una manera diferente, por ello apostamos por volver al origen y crear un proyecto que permita redescubrir la huella del volcán Guanapay.