Bufaderos

Datos del emplazamiento y justificación:

La elección de La Aldea de San Nicolás como lugar de experimentación e interpretación vino motivada por ser una parte del territorio insular en proceso de redefinición a partir de la apertura de la nueva carretera, tras una historia que siempre ha estado marcada por la lejanía y el aislamiento.

Este hito tiene lugar en pleno periodo de transición energética y sostenible, lo cual junto a otras peculiaridades de este territorio, dan la oportunidad de posicionar a La Aldea como laboratorio natural de referencia, optimizando el enorme potencial energético del que goza durante todo el año por sus recursos naturales inagotables como son el sol, el viento y el mar.

Toda esta coyuntura debe impulsarnos para regenerar el motor económico tradicional de la zona como es el sector primario de la agricultura, con un enfoque extensible a todo el territorio insular en armonía con un desarrollo económico y turístico sostenible, y contextualizado en nuestras tradiciones proyectadas a la nueva realidad energética.

Nuestra actuación se emplaza en el entorno del muelle de La Aldea. Se ha de resaltar el fácil acceso de todo tipo de vehículos rodados por la red viaria existente.

Programa de usos y justificación:

Proponemos la configuración del entorno del muelle de La Aldea como centro de experimentación sostenible que potencie los beneficios que reportan sus recursos culturales y ambientales. Para ello, nuestra propuesta se articula a partir de dos actuaciones principales, ambas sobre infraestructuras preexistentes; la creación en la escollera del muelle de una planta generadora de energía marina a partir de las olas (planta undimotriz), y la reforma del antiguo almacén de empaquetado de tomates, como centro temático.

Memoria justificativa de los aspectos ambientales, formales y constructivos:

El antiguo muelle y almacén de empaquetado de tomates, ambos del siglo XIX, son iconos del patrimonio histórico de la Aldea y señas de identidad del entorno natural y paisajístico de la playa, de las que no quedan exentas las imponentes vistas del Teide y las puestas de sol. El muelle nuevo abriga todo este entorno y lo protege del embate de un mar que incrementa su agresividad por los efectos de los fuertes vientos de la Punta de La Aldea.

El muelle y el almacén constituían desde principios del pasado siglo el motor económico de La Aldea. Proponemos una actualización de ese mismo potencial a partir de las energías renovables, configurándose al mismo tiempo como espacio turístico centrado en los recursos naturales y culturales del destino Canarias.

Mirando desde el mar, la integración de la propuesta en la escollera evita cualquier impacto visual, y mirando desde tierra, la actuación es apenas perceptible, reforzando la horizontalidad de la cota superior del muelle. Se ha de resaltar también el fácil acceso de todo tipo de vehículos rodados a pie de planta, con acceso a la misma cota del muelle. En el diseño de la planta undimotriz se ha armonizado la ingeniería y la arquitectura. Cada uno de los módulos de la planta se remata en superficie con otros tantos miradores hacia el mar, el Teide y las puestas de sol.

En el antiguo almacén de empaquetado, que hoy funciona como punto de información turística, situamos el programa de servicios para los visitantes del centro de experimentación sostenible. Esta intervención se hará respetando su volumetría, rescatando elementos de su configuración original que habían sido alterados y reinterpretando otros al objeto de adaptar su diseño al nuevo uso.

Entre la zona de miradores/planta undimotriz y la pieza del antiguo almacén, al pie del risco, se desarrolla un itinerario didáctico y de comunicación de las distintas partes de la actuación. Este itinerario se formaliza como pasarela aérea, que resuelve la accesibilidad de personas con movilidad reducida a los miradores. Bajo esta pasarela, se disponen pequeños locales de apoyo al muelle (pañoles), así como una galería de mantenimiento de las conducciones de transformación energética y locales de monitoreo electrónico del sistema.

Memoria justificativa de aspectos funcionales:

Se disponen 4 módulos de 4 celdas cada uno, sumando 16 celdas que funcionan como columnas de agua oscilante generadas por el impacto de las olas en la escollera del muelle. Este movimiento oscilante de la columna de agua genera un flujo de aire que mantiene en constante funcionamiento 16 turbogeneradores que transforman la energía cinética de las olas en energía eléctrica.

Este equipamiento contará con tecnología inteligente SRI (Smart Readiness Indicator) y monitoreo digital, respondiendo a las condiciones cambiantes tanto de los recursos naturales como de las demandas del usuario a fin de optimizar la eficiencia energética y el rendimiento general de uso. Se ha estimado un abastecimiento de electricidad cercano a 600.000 kw/h anuales, suficiente para toda la población de la Playa de La Aldea y entorno más próximo. Evitamos así emisiones de 500 toneladas de CO2.